miércoles, 30 de enero de 2013

No a la criminalización de protestas pacíficas

Dos estudiantes de 19 años han sido encausados al ser denunciados por la Consejera Dolores Serrat por acoso y coacción. Su "delito" consistió en participar en una protesta pacífica de Marea Verde realizada en la Calle Alfonso I, donde vive la Consejera, quien entiende que se invadió su ámbito privado. Según ella, su ámbito privado incluye la calle, lo cual a los más viejos ha recordado la exclamación de su amado Manuel Fraga cuando siendo Ministro del Interior dijo "La calle es mía".
La "coactiva" protesta fue apilar fiambreras en una farola, en apoyo a la huelga de las monitoras de comedor y en recuerdo de los niños que han perdido las becas de comedor escolar por ser hijos de emigrantes no regularizados, perdiendo así en algunos casos, dada la precariedad económica de sus familias, la única comida decente del día. 
El "delito" del que se les acusa puede ser castigado hasta con 3 años de cárcel y el próximo 1 de febrero deben declarar ante el juez. Resulta grotesca tal posibilidad en un país donde los corruptos y grandes delincuentes salen indemnes, premiados con puestos en consejos de administración o indultados (1). 
Resulta paradójico que hable de coacción quien coacciona al profesorado con sanción económica si falta al trabajo por enfermedad justificada. Resulta preocupante que se quiera intimidar una vez más a quienes osan manifestar su desacuerdo con el Gobierno, recurriendo al escarmiento, táctica que demasiado hemos conocido en este país en épocas oscuras.
Marea Verde y otros colectivos convocan una concentración de apoyo a estos dos estudiantes ante los juzgados de la Plaza del Pilar: el 1 de febrero a las 9:30.
(1) Para recordar algunos casos (en clave de humor, fuente: El Jueves): enlace (ampliar la imagen pulsando el ratón sobre ella).

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