viernes, 17 de mayo de 2013

Puerta abierta al clientelismo

El anteproyecto de ley de la LOMCE, aprobado hoy en el Consejo de Ministros, entre otros detalles de "retorno al pasado" incluye la consideración de la asignatura de Religión con valor académico, como ocurría durante el franquismo. Es decir, la Religión será equiparable a la Lengua, al Inglés, a la Física o a las Matemáticas, a efectos de obtención de notas medias y de becas. 
El hecho encierra una gravedad extrema. Por una parte, se otorga la misma consideración a doctrinas basadas en dogmas que, respetando el derecho de cada cual a seguir en su ámbito personal las creencias que decida, hay que decir con claridad que no son asimilables al conocimiento objetivo científico y académico. Por otra parte, la Iglesia tiene así en su mano un poderoso instrumento de clientelismo, con el que captar alumnos hacia una materia que, año tras año, iba en declive. Ahora el sobresaliente en Religión puede ser un eficaz señuelo.
Jugada completa la conseguida por los obispos quienes, no se olvide, son los que nombran a dedo al profesorado de Religión, al margen de los procedimientos y garantías que rigen en la selección del profesorado de las demás asignaturas (al menos hasta hoy...).
José María Sorando Muzás
Profesor del IES Élaios

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